LAS RELIQUIAS
Quedaron cosas por hacer, por decir, por compartir. No fue
una marcha que diese tiempo a decir adiós. Yo era pequeña, pero lo
suficientemente consciente, de que ya no volvería a verte, no volverían esas
risas sinceras, esos abrazos o besos de cariño; alguna que otra palmadita que
me aliviaba el desconsuelo.
Aquellas noches que nos obligabas a leer aunque fuese un
capitulo antes de dormir, ahora echo de menos hasta eso; cuando me arropabas o
me secabas las lágrimas tras una de mis terribles pesadillas; los grandes
consejos de amistad y valor; en el coche cuando cantábamos mientras sonaba la radio.
Añoro tanto todo.
Han pasado ya 7 años y mis recuerdos permanecen como si
hubiese sido ayer. Ojala pudieses leer esto y si lo estás haciendo, solamente
decirte que te quiero con todo mi corazón. Y decirte una vez más: fuiste, eres
y serás la mejor madrina del mundo.
Tu Sobrina.
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