Mi hermana, bueno yo en realidad no tengo hermana, pero si, ella lo es, no de sangre, pero lo es. Lo veréis como algo típico de amigas que se dicen hermanas, pero no, yo verdaderamente la considero así. Una amiga que no solo se dedica a pasar el rato, si no que puede tirarse horas y horas intentando solucionar mis problemas, que me apoya en cada cosa que me propongo y por si fuera poco me ayuda a ello. No sé, esto también lo veáis muy típico, pero por lo que me ha demostrado es el ejemplo de “amiga para toda la vida” a mí me gusta llamarlo, mi mejor amiga, la que posiblemente elegiría como madrina de mis niños, con la que me gustaría hablar de cosas de mamis, sin perder la costumbre de compartir lo que nos pasa a lo largo del día. Si, el tiempo pasa y la gente cambia, pero pienso que ninguna de las dos vamos a dejar cambiar nuestra amistad, a pesar de que cambiemos por las circunstancias de la vida. Algo a nuestro favor es que somos muy parecidas y tenemos una manera de pensar similar