SIN UN SUEÑO FIJO

Tenía que coger el autobús, pague mi billete y me dirigí a la parte de atrás. Siempre me siento ahí.

Observo a las personas, unas prefieren ir andando, posiblemente esa sea la alternativa para ahorrar un poco de dinero; otras se bajan pues se dan cuenta que ese no es su autobús o simplemente olvidaron la cartera; el resto paga y se bajan en su destino. Van seguros de lo que están haciendo.

En cambio yo; me subo como todos los días, sin saber a dónde quiero llegar. Soy una de esas personas sin un sueño fijo, preguntándome que haré cuando termine esto. Simplemente busco algo a lo que dedicarme o encontrar a la persona que le de un giro radical a mi vida.



Comentarios

Entradas populares de este blog

PREFIERO EL SILENCIO

DECIDE TU JUGADA

HERMANA NO DE SANGRE