Puede que mis ilusiones, al tiempo me decepcionen, volvería a caer en la trampa que me tendiste, creería de nuevo en ti, confiaría en tus actos, haría como si tan solo hubiese sido un sueño y esto ni si quiera hubiese empezado. Siendo sincera conmigo misma, aun no te he olvidado y esta sensación es cruel y fría, pues tu no fuiste honesto conmigo y lo nuestro fue simplemente un desliz...a pesar de todo, aun te perseguiría e intentaría poder estar a tu lado, arriesgaría minuto a minuto de mi vida por intentarlo de nuevo, para darte más de lo que pude darte, más de lo que ahora pienso y ya no puedo. Prefiero el silencio...
Un juego de ajedrez, es precisión, astucia, concentración. Tus movimientos son la estrategia de tu vida; tus ataques son la defensa de los tuyos. Así es, así veo yo la vida, como un ajedrez. Empiezas con todas las fichas desde que naces, no todo comienzo es malo, pero no te descuides, un simple movimiento más y lo habrás perdido todo. Cuando uno se toma las cosas a la ligera, acaba perdiendo el control y es difícil volver a retomarlo, pues ficha movida no tiene vida. Aunque siempre haya una segunda oportunidad en el siguiente turno, la vida puede no dejarte las cosas fáciles, y esto amigos, es así de duro. A veces no damos importancia a los peones (las cosas insignificantes de la vida), no por ser pequeñas, ya no tienen valor. Aquí es a donde quiero llegar. La reina (los padres) podría considerarse como aquella que te abre todos los caminos, como que te deja las cosas fáciles, pero claro siempre esta quien no sabe aprovecharlos y luego llega el ataque directo, entonces ahí están la
Mi hermana, bueno yo en realidad no tengo hermana, pero si, ella lo es, no de sangre, pero lo es. Lo veréis como algo típico de amigas que se dicen hermanas, pero no, yo verdaderamente la considero así. Una amiga que no solo se dedica a pasar el rato, si no que puede tirarse horas y horas intentando solucionar mis problemas, que me apoya en cada cosa que me propongo y por si fuera poco me ayuda a ello. No sé, esto también lo veáis muy típico, pero por lo que me ha demostrado es el ejemplo de “amiga para toda la vida” a mí me gusta llamarlo, mi mejor amiga, la que posiblemente elegiría como madrina de mis niños, con la que me gustaría hablar de cosas de mamis, sin perder la costumbre de compartir lo que nos pasa a lo largo del día. Si, el tiempo pasa y la gente cambia, pero pienso que ninguna de las dos vamos a dejar cambiar nuestra amistad, a pesar de que cambiemos por las circunstancias de la vida. Algo a nuestro favor es que somos muy parecidas y tenemos una manera de pensar similar
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