UNA LAGRIMA

Por un momento pensé que olvide aquello que significaba llorar. Hoy me di cuenta que no fue eso, simplemente madure, comencé a diferenciar aquello por lo que merece la pena derramar una lagrima, que mis lágrimas saldrán cuando realmente sean necesarias, por aquello que considero verdaderos motivos. Pero de pronto derrame una, una sola, sin motivo alguno, entonces vi que no todo depende de la decisión de hacernos fuertes, si no de la fuerza con la que chocan los sentimientos en nuestro corazón.

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